La WAS (World Sexual Health Day, Asociación Mundial para la salud Sexual) ha propuesto el día 4 de septiembre como Día Mundial de la Salud Sexual y la Academia Española de Sexología y Medicina Sexual y los organizadores del XV Congreso Latinoamericano de Sexología y Educación sexual se han unido a esta iniciativa.
La WAS es una organización mundial integrada por 82 organizaciones miembros que
representan un amplio espectro de Sociedades de profesionales, ONG, Universidades y Personas individuales. Incluye diferentes ámbitos: Medicina, Psicología; Educación Sexual y Promoción de la Salud; Sociología; Antropología; y Organizaciones Humanitarias. Está oficialmente relacionada con la OMS (Organización Mundial de la Salud), OPS (Organización Panamericana de la Salud), y la Federación Internacional de Planificación Familiar. También tiene vínculos con la UNESCO, UNFPA
y otras organizaciones internacionales. Su objetivo es promover la salud sexual y defender los derechos sexuales en todo el mundo, fomentando la participación de todas las personas, sin discriminación, ni prejuicios.
La Asociación Mundial para la Salud Sexual, la Academia Española de Sexología y Medicina Sexual y los organizadores del XV Congreso Latinoamericano de Sexología y Educación Sexual, promueven la salud sexual y los derechos sexuales para mejorar el bienestar y la salud de todos.
Por eso proponen la participación de todas las personas, sin discriminación, ni prejuicios en esta iniciativa.
La Asociación Mundial para la Salud Sexual (WAS) invita a toda la comunidad a formar parte de las actividades por el 1º Día Mundial de la Salud Sexual, que se llevarán a cabo el sábado 4 de septiembre en más de 27 países alrededor del mundo.
La WAS apoya de manera especial el dialogo entre generaciones sobre los derechos sexuales y la sexualidad y ha escogido este tema para el día Mundial de este año. El conocimiento y el debate, favorecen la libertad personal para hacer elecciones y tomar decisiones informadas y responsables
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AdolescentesLa sexualidad en la adolescencia
Recordemos que la sexualidad se encuentra presente durante toda la existencia humana, pero en la adolescencia se vive y manifiesta de manera un poco diferente a como se expresa en otras etapas de la vida. En este período surgen sensaciones e impulsos de tipo sexual que se encuentran relacionados con los cambios biológicos que enfrentan todas y todos las adolescentes. Los cambios hormonales provocan que se tengan deseos y fantasías eróticas, que se quiera sentir placer físico a través del propio cuerpo y del cuerpo de otros, especialmente de quien te gusta.
Estas sensaciones generalmente te toman por sorpresa, por eso la angustia, el temor, la incertidumbre y la confusión revolotean en tu cabeza, más aún si no se tiene la información necesaria para comprender mejor lo que te está pasando, o si no se cuenta con personas confiables que te puedan escuchar y orientar seriamente.
La forma de vivir estos cambios y procesos tiene que ver con características personales (como el sexo, la edad o la personalidad) y sociales (la cultura, el nivel educativo, la religión, etc.), así como con las reacciones y demandas del mundo que te rodea. Resulta común que, en los primeros años de la adolescencia, las y los jóvenes se aíslen un poco del mundo que les rodea, prefiriendo pasar más tiempo a solas consigo mismas/os. Esto se encuentra relacionado con la sensación de incomodidad con el cuerpo por lo rápidos y fuertes que son los cambios. Es aquí cuando vuelve a aparecer la autoestimulación (ya que de niños o niñas también se viven estas experiencias, solo que no tienen por finalidad alcanzar el orgasmo sino explorar el cuerpo) y las fantasías (o “soñar despierto”) que permiten liberar los deseos e impulsos sexuales que se están sintiendo.
Sin embargo, la autoestimulación suele ser una actividad muy común durante toda la adolescencia, no solo al inicio. Además, esta cumple un papel muy importante, ya que permite explorar el cuerpo, conocer más sobre los genitales y su funcionamiento, así como liberar energía sexual. También la autoestimulación posibilita a la persona fantasear y prepararse para las relaciones genitales en pareja. Conforme se va viviendo una mayor adaptación a los cambios del cuerpo, las amistades con personas del mismo sexo ocupan un lugar muy importante. Es frecuente que se tenga un mejor amigo o mejor amiga, con quien se comparten secretos, confidencias, tristezas y alegrías, así como los deseos más profundos. Con esta persona se quiere estar todo el tiempo, así que cuando no pueden verse, las conversaciones telefónicas, cartas o mensajes son interminables.
También se suele tener un grupo de amigos o amigas del mismo sexo. En estos grupos comparten experiencias, angustias y deseos; también se cuentan las cosas que les ha pasado con la persona que les gusta, y eso ayuda a tranquilizar la inseguridad y dudas que estos encuentros generan.
Al final de la adolescencia, y gracias a que se tiene una identidad más estable y mayor seguridad en la forma de relacionarse con los otros, la necesidad de estar en el grupo de amigos o amigas va desapareciendo porque se prefiere tener más tiempo para compartir a solas con la pareja. Esto no quiere decir que no se tienen amistades con personas del mismo sexo, sino que la relación cambia y se valora más la intimidad. Con respecto a las relaciones amorosas, al inicio de la adolescencia las y los jóvenes van descubriendo que sienten interés y atracción hacia otras personas, pero esos sentimientos se esconden y ocultan. Luego se experimentan muchos deseos de resultarle atractivo o atractiva a alguien más, por lo que pasan horas frente al espejo, buscando nuevas formas de peinarse o vestirse, por ejemplo.
Después se vive el enamoramiento. Son muy comunes los “amores imposibles”, al enamorarse de personas mayores o inaccesibles. Esto tiene un propósito muy importante: dar seguridad; lo cual se logra al imaginar o fantasear lo que se quiere, desea y haría, sin tener que enfrentar en la realidad a la persona amada. Con el paso del tiempo, los jóvenes se van sintiendo más a gusto y seguros de sí mismas/os al estar en contacto con personas del otro sexo.
Generalmente en la mitad de la adolescencia se vuelven más comunes las relaciones de noviazgo, que son cortas pero muy románticas e intensas. Más adelante, las relaciones amorosas se vuelven más duraderas y estables, caracterizadas por una mayor preocupación por lo que siente y desea la pareja. En estas épocas también surge la preocupación por decidir si se tienen relaciones sexuales genitales o coitales.
Además, en la adolescencia se consolida la identidad sexual, es decir, la forma en que una persona se siente, en lo más íntimo de su ser, como hombre o como mujer. A pesar de que esta identidad es producto de un largo proceso que inicia desde la niñez, en la adolescencia “se pone a prueba y se ensaya” a través de todas esas conductas hacia personas del mismo sexo y del sexo contrario, a las cuales nos referimos anteriormente.
La identidad sexual permite que las personas puedan sentirse, reconocerse y actuar como hombres o mujeres. También aclara las ideas, sentimientos y significados que se tienen con respecto al propio sexo y al sexo contrario. La identidad sexual nos permite diferenciarnos como hombres o como mujeres.
Estas sensaciones generalmente te toman por sorpresa, por eso la angustia, el temor, la incertidumbre y la confusión revolotean en tu cabeza, más aún si no se tiene la información necesaria para comprender mejor lo que te está pasando, o si no se cuenta con personas confiables que te puedan escuchar y orientar seriamente.
La forma de vivir estos cambios y procesos tiene que ver con características personales (como el sexo, la edad o la personalidad) y sociales (la cultura, el nivel educativo, la religión, etc.), así como con las reacciones y demandas del mundo que te rodea. Resulta común que, en los primeros años de la adolescencia, las y los jóvenes se aíslen un poco del mundo que les rodea, prefiriendo pasar más tiempo a solas consigo mismas/os. Esto se encuentra relacionado con la sensación de incomodidad con el cuerpo por lo rápidos y fuertes que son los cambios. Es aquí cuando vuelve a aparecer la autoestimulación (ya que de niños o niñas también se viven estas experiencias, solo que no tienen por finalidad alcanzar el orgasmo sino explorar el cuerpo) y las fantasías (o “soñar despierto”) que permiten liberar los deseos e impulsos sexuales que se están sintiendo.
Sin embargo, la autoestimulación suele ser una actividad muy común durante toda la adolescencia, no solo al inicio. Además, esta cumple un papel muy importante, ya que permite explorar el cuerpo, conocer más sobre los genitales y su funcionamiento, así como liberar energía sexual. También la autoestimulación posibilita a la persona fantasear y prepararse para las relaciones genitales en pareja. Conforme se va viviendo una mayor adaptación a los cambios del cuerpo, las amistades con personas del mismo sexo ocupan un lugar muy importante. Es frecuente que se tenga un mejor amigo o mejor amiga, con quien se comparten secretos, confidencias, tristezas y alegrías, así como los deseos más profundos. Con esta persona se quiere estar todo el tiempo, así que cuando no pueden verse, las conversaciones telefónicas, cartas o mensajes son interminables.
También se suele tener un grupo de amigos o amigas del mismo sexo. En estos grupos comparten experiencias, angustias y deseos; también se cuentan las cosas que les ha pasado con la persona que les gusta, y eso ayuda a tranquilizar la inseguridad y dudas que estos encuentros generan.
Al final de la adolescencia, y gracias a que se tiene una identidad más estable y mayor seguridad en la forma de relacionarse con los otros, la necesidad de estar en el grupo de amigos o amigas va desapareciendo porque se prefiere tener más tiempo para compartir a solas con la pareja. Esto no quiere decir que no se tienen amistades con personas del mismo sexo, sino que la relación cambia y se valora más la intimidad. Con respecto a las relaciones amorosas, al inicio de la adolescencia las y los jóvenes van descubriendo que sienten interés y atracción hacia otras personas, pero esos sentimientos se esconden y ocultan. Luego se experimentan muchos deseos de resultarle atractivo o atractiva a alguien más, por lo que pasan horas frente al espejo, buscando nuevas formas de peinarse o vestirse, por ejemplo.
Después se vive el enamoramiento. Son muy comunes los “amores imposibles”, al enamorarse de personas mayores o inaccesibles. Esto tiene un propósito muy importante: dar seguridad; lo cual se logra al imaginar o fantasear lo que se quiere, desea y haría, sin tener que enfrentar en la realidad a la persona amada. Con el paso del tiempo, los jóvenes se van sintiendo más a gusto y seguros de sí mismas/os al estar en contacto con personas del otro sexo.
Generalmente en la mitad de la adolescencia se vuelven más comunes las relaciones de noviazgo, que son cortas pero muy románticas e intensas. Más adelante, las relaciones amorosas se vuelven más duraderas y estables, caracterizadas por una mayor preocupación por lo que siente y desea la pareja. En estas épocas también surge la preocupación por decidir si se tienen relaciones sexuales genitales o coitales.
Además, en la adolescencia se consolida la identidad sexual, es decir, la forma en que una persona se siente, en lo más íntimo de su ser, como hombre o como mujer. A pesar de que esta identidad es producto de un largo proceso que inicia desde la niñez, en la adolescencia “se pone a prueba y se ensaya” a través de todas esas conductas hacia personas del mismo sexo y del sexo contrario, a las cuales nos referimos anteriormente.
La identidad sexual permite que las personas puedan sentirse, reconocerse y actuar como hombres o mujeres. También aclara las ideas, sentimientos y significados que se tienen con respecto al propio sexo y al sexo contrario. La identidad sexual nos permite diferenciarnos como hombres o como mujeres.
la Sexualidad no es solo lo Genital
la Sexualidad no es solo lo Genital
La sexualidad debe ser vista como un determinante de la personalidad. Cuando un bebé nace, la partera o el medico ginecólogo dice: “Es una nena” o “es un varón”. Identifica a la persona por su sexo, no por el color de piel u otro elemento secundario. De acuerdo a esto, debemos considerar que la sexualidad encierra muchas otras cosas en sí misma: sentimientos, actitudes, pensamientos, modales; que difieren de un sexo al otro. La genitalidad identifica a una persona desde el mismo nacimiento, como varón o mujer; nada más que eso, nada menos que eso.
Demás está decir que la sexualidad comprende el amor. En este sentido, una nueva vida tiene el derecho de nacer en un marco de contención y amor. El ideal establece que una pareja se ame y disfrute de la sexualidad en plenitud, pero también que esto implica tener hijos y educarlos. Formar un hogar, y vivir el resto de la vida juntos. Entonces, la sexualidad no es solo genital, encierra dentro de ella muchas otras cosas que hacen a la persona.
La sexualidad debe ser vista como un determinante de la personalidad. Cuando un bebé nace, la partera o el medico ginecólogo dice: “Es una nena” o “es un varón”. Identifica a la persona por su sexo, no por el color de piel u otro elemento secundario. De acuerdo a esto, debemos considerar que la sexualidad encierra muchas otras cosas en sí misma: sentimientos, actitudes, pensamientos, modales; que difieren de un sexo al otro. La genitalidad identifica a una persona desde el mismo nacimiento, como varón o mujer; nada más que eso, nada menos que eso.
Demás está decir que la sexualidad comprende el amor. En este sentido, una nueva vida tiene el derecho de nacer en un marco de contención y amor. El ideal establece que una pareja se ame y disfrute de la sexualidad en plenitud, pero también que esto implica tener hijos y educarlos. Formar un hogar, y vivir el resto de la vida juntos. Entonces, la sexualidad no es solo genital, encierra dentro de ella muchas otras cosas que hacen a la persona.
Nota: la sexualidad no se trata solo de tener sexo entre ambos sexos
Cómo explicar la menstruacion a niño
El sangrado mensual o menstruación debe ser conversado como lo que es, un proceso natural. ¿Cómo hablar de algo que es natural? ¡Naturalmente! A partir de los 8 o 9 años se debe enseñar a las niñas acerca de la menstruación, contarles lo que va a pasar con su cuerpo: que les crecerán los pechos, que nacerán pelos en la zona vaginal, que comenzará un sangrado vaginal, que no es otra cosa que una preparación para cumplir con su rol de madre a la edad apropiada. Esto último es muy importante enfatizarlo.
Si es posible explicarles que la menstruación no es motivo para que comiencen una actividad sexual, con mas razón, deben inculcarles que se cuiden, ya que un embarazo temprano traerá complicaciones y seguro significará la frustración de metas y sueños, además de tener que afrontar, a veces, el rechazo social o la crítica oculta. No es un delito ser madre adolescente, pero tampoco es el ideal. Por eso, es necesario educar en valores a nuestras niñas, que aprendan a decir: “No quiero”, “Tengo metas y sueños que cumplir antes de arriesgarme a un embarazo”, etc. Después podríamos hablar largamente de los riesgos de contagios de enfermedades de transmisión sexual y de frustraciones amorosas, fruto de engaños e inmadurez.
cómo nacen los bebes
Hijos y sexualidad: El desafío de formar personas maduras
Cómo hablar con los niños cuando aparece la pregunta: “Mamá, ¿cómo nacen los bebes?”.
¡Auxilio! Es lo primero que parece salirnos de muy adentro. Sin embargo la mejor forma de acercarnos a este tema es a través de una conversación franca.
Cómo hablar con los niños cuando aparece la pregunta: “Mamá, ¿cómo nacen los bebes?”.
¡Auxilio! Es lo primero que parece salirnos de muy adentro. Sin embargo la mejor forma de acercarnos a este tema es a través de una conversación franca.
Algunas herramientas para explicar cómo nacen los bebes:
Es necesario utilizar términos realistas con los hijos. ‘La cigüeña’, ‘el repollo’, ‘el pajarito’; ya no permiten colmar las inquietudes de los niños. Tampoco hay que ser vulgares con la terminología.
Vagina y pene son términos médicos que se utilizan comúnmente para referirse a los órganos sexuales.
Es necesario practicar la empatía y ponerse en el lugar de un niño. Hablar con propiedad y respeto.
Son niños, pero no son anormales o desconocidos. Son nuestros propios hijos. Podemos ensayar, por ejemplo, con: “Los bebés nacen de una relación sexual de amor entre mamá y papá, de la cual nace una nueva vida; o sea, vos”. Y ¿cómo sale el bebé de la panza?: “A través de la vagina, que se dilata y permite el paso del bebé. También puede ser a través de una operación denominada cesárea, por medio de la cual se abre la panza de la mamá”.
Es necesario ser claros en la explicación y la terminología que se utiliza.
Sexualidad infantil, lo que los padres deben saber.
Sexualidad infantil, lo que los padres deben saber.
Responder a los qué y por qué de los niños es una tarea que los padres deben asumir con confianza y naturalidad.
Ser padres no es una tarea fácil. Y más complicada aún es cuando los hijos pequeños empiezan a preguntar de dónde vienen, cómo entraron a la guatita de la mama o por qué no tienen el mismo sexo que su hermanita. Con el avance de la tecnología y todos los estímulos que encuentran en la televisión y otros medios, la teoría de que "el papá plantó una semillita en la guatita de la mamá y de ahí saliste tú", ya quedó obsoleta.
De ahí que los padres lleguen con frecuencia a la consulta del pediatra preguntando cómo abordar la sexualidad infantil. "Entonces hay que entrar a calmar la inquietud de los papás frente a todos estos temas", dice el doctor René Cerda Soto, quien acaba de publicar un Manual de Sexualidad Infantil. Y esto pasa, principalmente, porque hay mucha ignorancia en los padres y porque la sexualidad sigue siendo un tema tabú. Entendiendo por sexualidad "la forma de vida, como tú te vas a relacionar con el sexo opuesto", aclara.
Actualmente, el niño conoce una serie de opiniones sobre sexualidad que le da la madre, el padre, la abuela, la profesora. "Entonces se deben aunar criterios en cuanto a la enseñanza, para que más o menos conversemos del mismo tema"
En ese contexto, el libro es una orientación para los padres, que hoy en día son muy cómodos y delegan en el colegio la enseñanza de la sexualidad. "La educación sexual de nuestros hijos no puede ser delegada. Como padres de familia somos el modelo y la referencia fundamental que necesitan para definir su sexualidad".
Tanto así, que la sexualidad del niño puede depender incluso del comportamiento, afinidad y afectividad de los padres cuando novios. En rigor, una educación sexual debe estar en concordancia con la afectividad y los valores vividos y transmitidos en el hogar, tales como el amor, la generosidad, el respeto hacia el otro, la fidelidad, entre otros, Con todo, la tarea educativa "es un proceso gradual y no una simple conversación o la respuesta para evadir algunas preguntas. La educación afectivo-sexual tiene una duración en el tiempo, que respeta la evolución del niño y lo que él es capaz de entender en cada etapa de su desarrollo",
Qué enseñarles
Pero, qué se le debe enseñar a un hijo de entre 3 y 6 años, donde abundan los "¿qué?" y los "¿por qué?".
Respecto del nacimiento, "se le debe señalar que un gran porcentaje de niños sale por la vagina, una vez que el feto o ser que se estaba desarrollando en el útero de la mamá alcanza la madurez necesaria para ello. Esto ocurre en un plazo de 38 a 40 semanas, lo que equivale a aproximadamente nueve meses".
"Tenemos que ser menos trancados. Los niños son juguetones, son curiosos. Las cosas que preguntan no es por picardía, es por curiosidad. O sea, uno tiene que ser más sano en cuanto a lo que los niños están pensando o preguntando".
La confianza es otro punto relevante, porque dependerá de ella la comunicación con los hijos en la adolescencia.
Preguntas difíciles
Entre las preguntas que los padres se hacen con frecuencia está la conveniencia o no de referirse a los órganos sexuales por su nombre real.
"Lo prudente es que en esta edad se utilicen palabras que sin tergiversar correspondan a un lenguaje infantil propiamente tal. El niño tiene que incorporar con mucha naturalidad todas las palabras relativas al sexo, pero debe existir una gradualidad. "Pirula", "pirulín", "pitoncito", "colita", en el caso de los hombres; "rayita" en el caso de las mujeres, son algunas denominaciones para los genitales que se pueden usar en los primeros años", dice. "Pero si en su casa siempre han hablado de la teterita, que él sepa que la teterita también se llama pene",.
-¿Cómo enfrentar el tema de la homosexualidad?
-Si un niñito se disfraza de mujer embarazada, para imitar a la mamá, se debe aprovechar la ocasión para dejar muy en claro cuál es el papel de cada uno en la producción humana, y que los hombres no pueden anidar un bebé en su abdomen porque no disponen de útero, órgano que sólo tienen las mujeres.
-¿Qué hacer si el niño pide ropa de mujer para vestirse?
-Si lo hace una o dos veces, pasa. Se le debe explicar que estas son conductas de mujeres. Si ocurre a menudo es una voz de alerta, sobre todo si el niño tiene entre cinco y seis años. El pediatra tiene que estar atento a estas situaciones y educar.
-¿Se puede hablar de sida con los niños?
-Si bien los medios de comunicación ya lo han informado, aunque no lo entienden, se debe tener mucho cuidado de no impresionarlos, al punto de afectarlos emocionalmente.
Dormir con los padres
Entre otras cosas, el especialista recomienda sacar temprano -alrededor de los 60 días- a la guagua del dormitorio de los padres, porque entonces retoman su actividad sexual. "La privacidad es propia de cada individuo y de cada pareja y de cada familia. Hay gente a quien no le incomoda, pero a la larga les produce todo tipo de problemas y trastornos".
La ausencia de...
Hay estudios que indican que la ausencia del padre puede llegar a ser mucho más significativa -en el aprendizaje del rol sexual- en el niño que en la niña. En el primero podría producirse una feminización o el desarrollo de un carácter menos agresivo.
La desnudez
Desvestirse para despejar la curiosidad de los niños no es lo apropiado, pero si ocurre naturalmente, o las situaciones son cotidianas dentro del núcleo familiar, no hay ningún inconveniente. Si un niño le pregunta a la mamá "me puedo bañar contigo", no se le puede responder, "sí, pero espera que me ponga el traje de baño".
fuente del articulo
Responder a los qué y por qué de los niños es una tarea que los padres deben asumir con confianza y naturalidad.
Ser padres no es una tarea fácil. Y más complicada aún es cuando los hijos pequeños empiezan a preguntar de dónde vienen, cómo entraron a la guatita de la mama o por qué no tienen el mismo sexo que su hermanita. Con el avance de la tecnología y todos los estímulos que encuentran en la televisión y otros medios, la teoría de que "el papá plantó una semillita en la guatita de la mamá y de ahí saliste tú", ya quedó obsoleta.
De ahí que los padres lleguen con frecuencia a la consulta del pediatra preguntando cómo abordar la sexualidad infantil. "Entonces hay que entrar a calmar la inquietud de los papás frente a todos estos temas", dice el doctor René Cerda Soto, quien acaba de publicar un Manual de Sexualidad Infantil. Y esto pasa, principalmente, porque hay mucha ignorancia en los padres y porque la sexualidad sigue siendo un tema tabú. Entendiendo por sexualidad "la forma de vida, como tú te vas a relacionar con el sexo opuesto", aclara.
Actualmente, el niño conoce una serie de opiniones sobre sexualidad que le da la madre, el padre, la abuela, la profesora. "Entonces se deben aunar criterios en cuanto a la enseñanza, para que más o menos conversemos del mismo tema"
En ese contexto, el libro es una orientación para los padres, que hoy en día son muy cómodos y delegan en el colegio la enseñanza de la sexualidad. "La educación sexual de nuestros hijos no puede ser delegada. Como padres de familia somos el modelo y la referencia fundamental que necesitan para definir su sexualidad".
Tanto así, que la sexualidad del niño puede depender incluso del comportamiento, afinidad y afectividad de los padres cuando novios. En rigor, una educación sexual debe estar en concordancia con la afectividad y los valores vividos y transmitidos en el hogar, tales como el amor, la generosidad, el respeto hacia el otro, la fidelidad, entre otros, Con todo, la tarea educativa "es un proceso gradual y no una simple conversación o la respuesta para evadir algunas preguntas. La educación afectivo-sexual tiene una duración en el tiempo, que respeta la evolución del niño y lo que él es capaz de entender en cada etapa de su desarrollo",
Qué enseñarles
Pero, qué se le debe enseñar a un hijo de entre 3 y 6 años, donde abundan los "¿qué?" y los "¿por qué?".
Respecto del nacimiento, "se le debe señalar que un gran porcentaje de niños sale por la vagina, una vez que el feto o ser que se estaba desarrollando en el útero de la mamá alcanza la madurez necesaria para ello. Esto ocurre en un plazo de 38 a 40 semanas, lo que equivale a aproximadamente nueve meses".
"Tenemos que ser menos trancados. Los niños son juguetones, son curiosos. Las cosas que preguntan no es por picardía, es por curiosidad. O sea, uno tiene que ser más sano en cuanto a lo que los niños están pensando o preguntando".
La confianza es otro punto relevante, porque dependerá de ella la comunicación con los hijos en la adolescencia.
Preguntas difíciles
Entre las preguntas que los padres se hacen con frecuencia está la conveniencia o no de referirse a los órganos sexuales por su nombre real.
"Lo prudente es que en esta edad se utilicen palabras que sin tergiversar correspondan a un lenguaje infantil propiamente tal. El niño tiene que incorporar con mucha naturalidad todas las palabras relativas al sexo, pero debe existir una gradualidad. "Pirula", "pirulín", "pitoncito", "colita", en el caso de los hombres; "rayita" en el caso de las mujeres, son algunas denominaciones para los genitales que se pueden usar en los primeros años", dice. "Pero si en su casa siempre han hablado de la teterita, que él sepa que la teterita también se llama pene",.
-¿Cómo enfrentar el tema de la homosexualidad?
-Si un niñito se disfraza de mujer embarazada, para imitar a la mamá, se debe aprovechar la ocasión para dejar muy en claro cuál es el papel de cada uno en la producción humana, y que los hombres no pueden anidar un bebé en su abdomen porque no disponen de útero, órgano que sólo tienen las mujeres.
-¿Qué hacer si el niño pide ropa de mujer para vestirse?
-Si lo hace una o dos veces, pasa. Se le debe explicar que estas son conductas de mujeres. Si ocurre a menudo es una voz de alerta, sobre todo si el niño tiene entre cinco y seis años. El pediatra tiene que estar atento a estas situaciones y educar.
-¿Se puede hablar de sida con los niños?
-Si bien los medios de comunicación ya lo han informado, aunque no lo entienden, se debe tener mucho cuidado de no impresionarlos, al punto de afectarlos emocionalmente.
Dormir con los padres
Entre otras cosas, el especialista recomienda sacar temprano -alrededor de los 60 días- a la guagua del dormitorio de los padres, porque entonces retoman su actividad sexual. "La privacidad es propia de cada individuo y de cada pareja y de cada familia. Hay gente a quien no le incomoda, pero a la larga les produce todo tipo de problemas y trastornos".
La ausencia de...
Hay estudios que indican que la ausencia del padre puede llegar a ser mucho más significativa -en el aprendizaje del rol sexual- en el niño que en la niña. En el primero podría producirse una feminización o el desarrollo de un carácter menos agresivo.
La desnudez
Desvestirse para despejar la curiosidad de los niños no es lo apropiado, pero si ocurre naturalmente, o las situaciones son cotidianas dentro del núcleo familiar, no hay ningún inconveniente. Si un niño le pregunta a la mamá "me puedo bañar contigo", no se le puede responder, "sí, pero espera que me ponga el traje de baño".
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Embarazo en la adolescente
Embarazo en la adolescente normalmente ocurre antes de los 20 años y muchas veces no han sido planeados. muchas veces por falta de orientacion de los padre y maestros y por la irresponsabilidad que lo futuros adultos tener conciencia de los riesgos que trabe una adolecencia sin control es desastroso ya que al cabo de unos años sera la fustuacion para la pareja joven.
LA SEXUALIDAD EN LA ADOLESCENCIA
La sexualidad en al Adolescencia suele ser un problema si no se tiene una buena orientacion es por eso que pusimos este video para ver y aprender a tratar al adolecente en potencia
Declaración Universal de los Derechos Sexuales
Declaración Universal de los Derechos Sexuales
En el Congreso Mundial de Sexología décimotercero celebrado en 1997 en Valencia España se formuló la Declaración Universidad de los Derechos Sexuales, posteriormente revisada y aprobada por la Asamblea General de la Asociación de Sexología, Was, 26 de agosto de 1999, en el 140º Congreso Mundial de Sexología, Hong Kong:[6]
Derechos sexuales
1.El Derecho a la libertad sexual
2.El Derecho a la Autonomía Sexual, Integridad Sexual y la Seguridad del Cuerpo Sexual.
3.El Derecho a la Privacidad Sexual.
4.El Derecho a la igualdad sexual (equidad sexual).
5.El Derecho al Placer Sexual.
6.El Derecho a la Expresión Sexual Emocional.
7.El Derecho a la Libre Asociación Sexual.
8.El Derecho a Tomar Decisiones Reproductivas, Libres y Responsables.
9.El Derecho a la Información basada en Conocimiento Científico.
10.El Derecho a la Educación Sexual Comprensiva.
11.El Derecho a la Atención Clínica de la Salud Sexual.
En el Congreso Mundial de Sexología décimotercero celebrado en 1997 en Valencia España se formuló la Declaración Universidad de los Derechos Sexuales, posteriormente revisada y aprobada por la Asamblea General de la Asociación de Sexología, Was, 26 de agosto de 1999, en el 140º Congreso Mundial de Sexología, Hong Kong:[6]
Derechos sexuales
1.El Derecho a la libertad sexual
2.El Derecho a la Autonomía Sexual, Integridad Sexual y la Seguridad del Cuerpo Sexual.
3.El Derecho a la Privacidad Sexual.
4.El Derecho a la igualdad sexual (equidad sexual).
5.El Derecho al Placer Sexual.
6.El Derecho a la Expresión Sexual Emocional.
7.El Derecho a la Libre Asociación Sexual.
8.El Derecho a Tomar Decisiones Reproductivas, Libres y Responsables.
9.El Derecho a la Información basada en Conocimiento Científico.
10.El Derecho a la Educación Sexual Comprensiva.
11.El Derecho a la Atención Clínica de la Salud Sexual.
Sexualidad y genitalidad
Es frecuente confundir y reducir el significado de la sexualidad a genitalidad. La genitalidad, aunque importante, solamente es una parte de la sexualidad. También es frecuente simplifir el concepto sexualidad limitándolo a la copulación y fecundación. De estas confusiones se deriva la negación de algunos de los padres a que sus hijos reciban educación sexual en la escuela.
Etapas en el desarrollo social y sexual
Etapas en el desarrollo social y sexual
De 0 a 1 años
La sexualidad en un niño recién nacido, está muy vinculado a la relación con sus padres. Su vivencia a través de los cuidados y las caricias de sus progenitores. A través de ellos se crean lazos afectivos que serán necesarios para el desarrollo social y sexual de estos niños.
De 1 a 3 años y medio
En la segunda etapa, el niño tiene un estrecho vínculo con su familia, esto hace que su pensamiento se vaya enriqueciendo. En esta etapa se oponen a las reglas que imponen sus padres, como una forma de afianzar su independencia. En esta etapa se experimentan más sensaciones de placer al controlar los esfínteres y a evacuar, con lo que empiezan a conocer su cuerpo, lo que necesitan y lo que le produce placer.
De 3 años y medio a 6 años
En la tercera etapa, se caracteriza por la exploración del mundo, tanto a nivel físico, como social, con lo que refuerzan los vínculos con su familia y amigos. Por ello, comienzan a descubrir su sexualidad y nos encontramos con el periodo de enamoramiento del padre del sexo opuesto o en algunos casos hasta del mismo sexo "complejo de Edipo" y "complejo de Electra". Por otro lado se aprenden a relacionarse con otros y a ensayar sus roles sociales así como a identificar su propio sexo. Es importante que los padres no coaccionen las conductas que puedan ser del sexo opuesto.
Durante la pubertad se produce la secreción masiva de hormonas sexuales, lo cual influye considerablemente en los aspectos etológicos del individuo, determinando su carácter y sus pautas de comportamienbto social. La rebeldía y la búsqueda de pareja son dos de las más frecuentes actitudes en esta etapa.De 6 a 9 años
En la etapa cuarta, comienzan el crecimiento físico va equilibrándose con el desarrollo afectivo, permitiendo que surja el interés de conocer y saber sobre el mundo y sus fenómenos. De la misma manera, es fundamental el reconocimiento de las personas de su entorno hacia ellos, y cómo afecta esto a la concepción de su propia imagen.
El interés sexual se centra en el conocimiento del cuerpo y de los órganos sexuales. Los juegossexuales, mixtos o entre miembros del mismo sexo, forman parte de esta etapa y son un elemento clave para la formación de la identidad sexual. Los valores de la sociedad y de la familia sobre la sexualidad influyen mucho en esta etapa.
Juventud - de 10 a 24 años
Artículo principal: Juventud
La juventud, según la OMS, se extiende desde los 10 a los 24 años e incluye la pubertad, adolescencia inicial o preadolescencia (de los 10 a los 14 años), la adolescencia media o tardía (de los 15 a los 19 y la juventud plenta (de los 20 a los 24 años).[5]
Pubertad, adolescencia inicial o preadolescencia
Artículo principal: Pubertad
Las hormonas sexuales se activan en esta etapa, estas son las que determinaran los cambios físicos y psicológicos. Al principio el cuerpo sufre un crecimiento acelerado. Después surgen una serie de cambios de forma: a las chicas le crecen las caderas, los pechos, les sale vello en la pelvis y a los chicos: les cambia la voz, les crecen los genitales y les sale vello en el pubis.
Hay cambios en la apariencia pero psicológicamente aún no han madurado. Las niñas se desarrollan antes que los niños -aproximadamente un año-. Es la etapa de la rebeldía con los padres.
En esta etapa se alcanza la madurez biológica, pero aún no está completada generalmente la madurez psicológica y social. En este periodo se experimenta emociones contradictorias. Por una parte aún no se ha abandonado ciertos caracteres de la niñez y a la vez se comienzan a experimentar sensaciones propias de adulto.
Adolescencia
Artículo principal: Adolescencia
En la adolescencia la búsqueda de una identidad propia es la tarea central. Se crean conflictos e inseguridades. Los conflictos con los padres son numerosos, ya que suelen presionarle y empujarle a tomar decisiones según sus definiciones. Los jóvenes hacen duras críticas a la sociedad y a sus padres. Se crean amistades sólidas.
En este momento los jóvenes comienzan a establecer relaciones de pareja. Los padres deben establecer una serie normas de forma consensuada con sus hijos. A partir de ahí los jóvenes pueden tomar sus propias decisiones siempre que respeten los valores y normas de las personas
De 0 a 1 años
La sexualidad en un niño recién nacido, está muy vinculado a la relación con sus padres. Su vivencia a través de los cuidados y las caricias de sus progenitores. A través de ellos se crean lazos afectivos que serán necesarios para el desarrollo social y sexual de estos niños.
De 1 a 3 años y medio
En la segunda etapa, el niño tiene un estrecho vínculo con su familia, esto hace que su pensamiento se vaya enriqueciendo. En esta etapa se oponen a las reglas que imponen sus padres, como una forma de afianzar su independencia. En esta etapa se experimentan más sensaciones de placer al controlar los esfínteres y a evacuar, con lo que empiezan a conocer su cuerpo, lo que necesitan y lo que le produce placer.
De 3 años y medio a 6 años
En la tercera etapa, se caracteriza por la exploración del mundo, tanto a nivel físico, como social, con lo que refuerzan los vínculos con su familia y amigos. Por ello, comienzan a descubrir su sexualidad y nos encontramos con el periodo de enamoramiento del padre del sexo opuesto o en algunos casos hasta del mismo sexo "complejo de Edipo" y "complejo de Electra". Por otro lado se aprenden a relacionarse con otros y a ensayar sus roles sociales así como a identificar su propio sexo. Es importante que los padres no coaccionen las conductas que puedan ser del sexo opuesto.
Durante la pubertad se produce la secreción masiva de hormonas sexuales, lo cual influye considerablemente en los aspectos etológicos del individuo, determinando su carácter y sus pautas de comportamienbto social. La rebeldía y la búsqueda de pareja son dos de las más frecuentes actitudes en esta etapa.De 6 a 9 años
En la etapa cuarta, comienzan el crecimiento físico va equilibrándose con el desarrollo afectivo, permitiendo que surja el interés de conocer y saber sobre el mundo y sus fenómenos. De la misma manera, es fundamental el reconocimiento de las personas de su entorno hacia ellos, y cómo afecta esto a la concepción de su propia imagen.
El interés sexual se centra en el conocimiento del cuerpo y de los órganos sexuales. Los juegossexuales, mixtos o entre miembros del mismo sexo, forman parte de esta etapa y son un elemento clave para la formación de la identidad sexual. Los valores de la sociedad y de la familia sobre la sexualidad influyen mucho en esta etapa.
Juventud - de 10 a 24 años
Artículo principal: Juventud
La juventud, según la OMS, se extiende desde los 10 a los 24 años e incluye la pubertad, adolescencia inicial o preadolescencia (de los 10 a los 14 años), la adolescencia media o tardía (de los 15 a los 19 y la juventud plenta (de los 20 a los 24 años).[5]
Pubertad, adolescencia inicial o preadolescencia
Artículo principal: Pubertad
Las hormonas sexuales se activan en esta etapa, estas son las que determinaran los cambios físicos y psicológicos. Al principio el cuerpo sufre un crecimiento acelerado. Después surgen una serie de cambios de forma: a las chicas le crecen las caderas, los pechos, les sale vello en la pelvis y a los chicos: les cambia la voz, les crecen los genitales y les sale vello en el pubis.
Hay cambios en la apariencia pero psicológicamente aún no han madurado. Las niñas se desarrollan antes que los niños -aproximadamente un año-. Es la etapa de la rebeldía con los padres.
En esta etapa se alcanza la madurez biológica, pero aún no está completada generalmente la madurez psicológica y social. En este periodo se experimenta emociones contradictorias. Por una parte aún no se ha abandonado ciertos caracteres de la niñez y a la vez se comienzan a experimentar sensaciones propias de adulto.
Adolescencia
Artículo principal: Adolescencia
En la adolescencia la búsqueda de una identidad propia es la tarea central. Se crean conflictos e inseguridades. Los conflictos con los padres son numerosos, ya que suelen presionarle y empujarle a tomar decisiones según sus definiciones. Los jóvenes hacen duras críticas a la sociedad y a sus padres. Se crean amistades sólidas.
En este momento los jóvenes comienzan a establecer relaciones de pareja. Los padres deben establecer una serie normas de forma consensuada con sus hijos. A partir de ahí los jóvenes pueden tomar sus propias decisiones siempre que respeten los valores y normas de las personas
Educación sexual
Educación sexual es un término usado para describir la educación acerca del sexo, la sexualidad, el aparato reproductor femenino y masculino, la orientación sexual, las relaciones sexuales, la planificación familiar y el uso de anticonceptivos, el sexo seguro, la reproducción -y más específicamente la reproducción humana-, los derechos sexuales y otros aspectos de la sexualidad humana con el objetivo de alcanzar una satisfactoria salud sexual.
Definición y contenidos
Definición y contenidos
Para Frederic Boix la educación sexual puede definirse como:
el conjunto de aprendizajes que permiten el buen desarrollo de las capacidades sexuales, su coordinación con las demás facultades y la consecución de una buena interrelación con las otras personas que resulten estimulantes por su condición sexuada y sexual, consiguiendo altos niveles de espontaneidad y comunicación, y también de respeto y estima
La pedagogía en sexualidad se lleva a cabo, consciente e inconscientemente, en el entorno familiar, fundamentalmente en la denominada familia nuclear; el entorno socialcultural y antropológico; en el grupo de amigos; a través medios de comunicación, en las instituciones escolares y a través de las políticas de salud pública.
La educación sexual sobre la reproducción describe el proceso en el cual un nuevo ser humano nace, incluyendo la fecundación, el desarrollo del embrión y el feto, y el nacimiento. Usualmente también incluye temas como las conductas sexuales, las enfermedades de transmisión sexual (ETS) y su prevención (sexo seguro), y el uso y funcionamiento de los diferentes métodos anticonceptivos.
Definir la sexualidad humana desde perspectiva científica, y describirla desde un punto de vista genético, hormonal, fisiológico, anatómico o legal es científicamente interesante, pero se considera insuficiente para entenderla en su totalidad si no se atiende a factores psicológicos, sociales, antropológico, culturales (entre los que están los morales y religiosos) y emocionales.
La sexualidad humana es heterogénea y compleja yendo mucho más allá de la mera reproducción y el coito. El comportamiento sexual humano se dirige a la satisfacción de pulsiones sexuales (libido), a la obtención de placer y a una necesidad de relación íntima. Se encuentra en la niñez y permanece hasta la edad adulta, constituyendo un ámbito fundamental de realización y satisfacción para las personas en el encuentro con otros y consigo mismo.
Contexto geográfico
el conjunto de aprendizajes que permiten el buen desarrollo de las capacidades sexuales, su coordinación con las demás facultades y la consecución de una buena interrelación con las otras personas que resulten estimulantes por su condición sexuada y sexual, consiguiendo altos niveles de espontaneidad y comunicación, y también de respeto y estima
La pedagogía en sexualidad se lleva a cabo, consciente e inconscientemente, en el entorno familiar, fundamentalmente en la denominada familia nuclear; el entorno socialcultural y antropológico; en el grupo de amigos; a través medios de comunicación, en las instituciones escolares y a través de las políticas de salud pública.
La educación sexual sobre la reproducción describe el proceso en el cual un nuevo ser humano nace, incluyendo la fecundación, el desarrollo del embrión y el feto, y el nacimiento. Usualmente también incluye temas como las conductas sexuales, las enfermedades de transmisión sexual (ETS) y su prevención (sexo seguro), y el uso y funcionamiento de los diferentes métodos anticonceptivos.
Definir la sexualidad humana desde perspectiva científica, y describirla desde un punto de vista genético, hormonal, fisiológico, anatómico o legal es científicamente interesante, pero se considera insuficiente para entenderla en su totalidad si no se atiende a factores psicológicos, sociales, antropológico, culturales (entre los que están los morales y religiosos) y emocionales.
La sexualidad humana es heterogénea y compleja yendo mucho más allá de la mera reproducción y el coito. El comportamiento sexual humano se dirige a la satisfacción de pulsiones sexuales (libido), a la obtención de placer y a una necesidad de relación íntima. Se encuentra en la niñez y permanece hasta la edad adulta, constituyendo un ámbito fundamental de realización y satisfacción para las personas en el encuentro con otros y consigo mismo.
Contexto geográfico
La existencia de embarazos no deseados, sobre todo embarazos en adolescentes, abortos inducidos en situación de clandestinidad y sin garantías sanitarias, de enfermedades de transmisión sexual como el VIH-SIDA, han dado un sentido de urgencia a la educación sexual en prácticamente todo el mundo. Países muy poblados como China, India y Corea del Norte promueven políticas de educación sexual sobre planificación familiar y control de la natalidad; muchas naciones africanas, donde el sida se considera una epidemia intentan promover una educación sexual que permita su prevención mediante la utilización de métodos anticonceptivos como el preservativo.
Algunos organismos internacionales como International Planned Parenthood Federation (Federación Internacional de Planificación Familiar) ven un beneficio global gracias a los programas de educación sexual, tanto en el control de la natalidad, la igualdad sexual como en la reducción de las enfermedades de transmisión sexual.
En muchos países de Latinoamérica todavía tiene importancia la virginidad femenina y la educación sexual impartida en las escuelas promueve la abstinencia como el único método para evitar el embarazo y las enfermedades de transmisión sexual. Estas prácticas educativas chocan con cifras que muestran una alta incidencia de embarazos no deseados en adolescentes en estos países.[4]
En Estados Unidos, con cifras extraordinariamente altas en las tasas de embarazos en adolescentes (levemente por debajo de las de Haiti),[4] se debate si la libertad sexual en los adolescentes es algo positivo o negativo, y si la información sobre el uso de métodos anticonceptivos (como el preservativo (condón), la píldora anticonceptiva, el anillo vaginal o los anticonceptivos de emergencia) reducen o incrementan las posibilidades de embarazos o ETS en los jóvenes.
Algunos organismos internacionales como International Planned Parenthood Federation (Federación Internacional de Planificación Familiar) ven un beneficio global gracias a los programas de educación sexual, tanto en el control de la natalidad, la igualdad sexual como en la reducción de las enfermedades de transmisión sexual.
En muchos países de Latinoamérica todavía tiene importancia la virginidad femenina y la educación sexual impartida en las escuelas promueve la abstinencia como el único método para evitar el embarazo y las enfermedades de transmisión sexual. Estas prácticas educativas chocan con cifras que muestran una alta incidencia de embarazos no deseados en adolescentes en estos países.[4]
En Estados Unidos, con cifras extraordinariamente altas en las tasas de embarazos en adolescentes (levemente por debajo de las de Haiti),[4] se debate si la libertad sexual en los adolescentes es algo positivo o negativo, y si la información sobre el uso de métodos anticonceptivos (como el preservativo (condón), la píldora anticonceptiva, el anillo vaginal o los anticonceptivos de emergencia) reducen o incrementan las posibilidades de embarazos o ETS en los jóvenes.
La Pederastia
Pederastia: la pederastia es la relación sexual de un individuo adulto con uno o varios niños o niñas.
El término pederastia puede aludir a los siguientes conceptos:
el Abuso sexual infantil;
la Pederastia en la Antigua Grecia;
la Pederastia militar en la Antigua Grecia;
la Pederastia en España;
la Pederastia tebana;
la Pederastia clerical católica;
El término pederastia puede aludir a los siguientes conceptos:
el Abuso sexual infantil;
la Pederastia en la Antigua Grecia;
la Pederastia militar en la Antigua Grecia;
la Pederastia en España;
la Pederastia tebana;
la Pederastia clerical católica;
La Necrofilia
Necrofilia
Atracción morbosa por la muerte o por alguno de sus aspectos. Perversión sexual de quien trata de obtener placer erótico con cadáveres.:
Necrofilia
Trastorno psicosexual en el que se observa una inclinacin sexual hacia los cadvere
Atracción morbosa por la muerte o por alguno de sus aspectos. Perversión sexual de quien trata de obtener placer erótico con cadáveres.:
Necrofilia
Trastorno psicosexual en el que se observa una inclinacin sexual hacia los cadvere
Relación sexual sin coito
Relación sexual sin coito: conocida como Petting implica todo el juego erótico y sensual con la exclusión del coito, vaginal o anal. Consiste principalmente en caricias, no sólo en genitales; y besos.
Petting es un anglicismo para designar cualquier tipo de relaciones sexuales con la excepción del coito. La palabra procede del verbo to pet, que alude al hecho de acariciar, besar, etc. En inglés puede usarse en un sentido amplio: las caricias que se hacen a los animales de compañía (pet también significa 'mascota'), los mimos que prodigan las mamás a sus bebés, etc; pero, en español se utiliza para referirse a una forma de relaciones sexuales caracterizada por un intercambio de muestras de afecto, un juego amoroso en el que casi todo puede estar permitido, como, por ejemplo, el sexo oral.
Petting es un anglicismo para designar cualquier tipo de relaciones sexuales con la excepción del coito. La palabra procede del verbo to pet, que alude al hecho de acariciar, besar, etc. En inglés puede usarse en un sentido amplio: las caricias que se hacen a los animales de compañía (pet también significa 'mascota'), los mimos que prodigan las mamás a sus bebés, etc; pero, en español se utiliza para referirse a una forma de relaciones sexuales caracterizada por un intercambio de muestras de afecto, un juego amoroso en el que casi todo puede estar permitido, como, por ejemplo, el sexo oral.
Sexo en grupo
Sexo en grupo conocido como orgia
La orgía es la actividad sexual en grupo. También se denomina así a una práctica sin ningún tipo de restricciones (por ejemplo, una «orgía de destrucción»).
El término proviene del latín orgĭa, y éste del griego ωργια, orgía, fiestas del dios Dionisos (o Baco).
En el sexo, una orgía es una actividad sexual en el cual están presentes cuatro o más participantes. En algunas culturas se han practicado orgías como parte de un rito comunal o una práctica religiosa.
La participación en una orgía es una fantasía sexual común.
En cuanto a la sexualidad de los participantesSe puede dividir en tres grupos:
Orgía heterosexual.
Orgía homosexual.
Orgía bisexual.
La orgía es la actividad sexual en grupo. También se denomina así a una práctica sin ningún tipo de restricciones (por ejemplo, una «orgía de destrucción»).
El término proviene del latín orgĭa, y éste del griego ωργια, orgía, fiestas del dios Dionisos (o Baco).
En el sexo, una orgía es una actividad sexual en el cual están presentes cuatro o más participantes. En algunas culturas se han practicado orgías como parte de un rito comunal o una práctica religiosa.
La participación en una orgía es una fantasía sexual común.
En cuanto a la sexualidad de los participantesSe puede dividir en tres grupos:
Orgía heterosexual.
Orgía homosexual.
Orgía bisexual.
Relación zoofílica
Relación zoofílica:
La zoofilia (del griego zoon, "animal", y philia, "afinidad") o bestialismo es una parafilia que consiste en la atracción sexual de un humano hacia otro animal distinto de su especie. Las personas que sienten esta afinidad o atracción sexual son conocidas como zoófilos o zoofílicos.
Para mayor claridad, en este artículo se utilizará el término zoofilia para la atracción sexual, y el término bestialismo para el acto sexual. Las dos tendencias son independientes: no todos los actos sexuales con animales implican a zoófilos, ni todos los zoófilos practican el sexo con animales.
La zoofilia es considerada en muchas ocasiones como antinatural, y el acto sexual con otros animales como un abuso de éstos o como un "crimen contra la naturaleza". Algunas personas, por ejemplo el filósofo y autor Peter Singer (involucrado en movimientos por los derechos de los animales), defienden que esto no es así. Aunque la investigación de la zoofilia se muestra optimista y apoya a los zoófilos en su mayor parte, la cultura general se muestra hostil al concepto de la sexualidad animal-humana.
La actividad o el deseo sexual zoófilo no es considerado como patología por el DSM-IV (TR) (cuarto manual diagnóstico y estadístico de la American Psychiatric Association, asociación estadounidense de psiquiatría), a no ser que vaya acompañado de angustia o que interfiera en el funcionamiento normal de la persona en cuestión. Críticos alegan que dichos comentarios en el DSM-IV no dicen nada sobre la salud mental y física del animal que tome parte en actos sexuales con personas; sin embargo, defensores de este tratado sostienen que la relación entre un humano y otro animal puede ir más allá del mero acto sexual, que los animales son capaces de formar una relación amorosa duradera con otro animal o con un humano, y que tal relación no es funcionalmente diferente de ninguna otra relación sexual o amorosa.
TerminologíaEl término "zoofilia" fue introducido por primera vez en el estudio de la sexualidad por Krafft-Ebing (1894). Los términos zoosexualidad y zoosexual se utilizan desde 1980 aproximadamente, en correlación con las orientaciones sexuales homosexualidad y heterosexualidad. Personas con una fuerte afinidad por los animales, pero sin un interés sexual por ellos, pueden ser consideradas como zoófilos sin deseo sexual, aunque en muchos casos puede que no estén de acuerdo en ser llamados así.
El ambiguo término sodomía ha sido empleado en algunas ocasiones en un contexto legal para referirse a actos bestialistas. En pornografía, aquel material con prácticas sexuales entre humanos y animales lleva el nombre de zoofilia o bestialismo, nombre extraído de dichas tendencias.
Entre la comunidad zoófila, el término "bestialismo" ha adquirido una connotación negativa, dando a entender un mero afán egoísta de satisfacer sus propios deseos sexuales, sin mostrar ningún interés o preocupación por el consentimiento, bienestar y placer del animal. Esto ha llevado a algunos zoófilos a querer distinguir entre la zoofilia (una relación en donde existe amor) y el simple acto sexual o bestialismo. Otros se definen a sí mismos como zoófilos y como bestialistas.
La zoofilia (del griego zoon, "animal", y philia, "afinidad") o bestialismo es una parafilia que consiste en la atracción sexual de un humano hacia otro animal distinto de su especie. Las personas que sienten esta afinidad o atracción sexual son conocidas como zoófilos o zoofílicos.
Para mayor claridad, en este artículo se utilizará el término zoofilia para la atracción sexual, y el término bestialismo para el acto sexual. Las dos tendencias son independientes: no todos los actos sexuales con animales implican a zoófilos, ni todos los zoófilos practican el sexo con animales.
La zoofilia es considerada en muchas ocasiones como antinatural, y el acto sexual con otros animales como un abuso de éstos o como un "crimen contra la naturaleza". Algunas personas, por ejemplo el filósofo y autor Peter Singer (involucrado en movimientos por los derechos de los animales), defienden que esto no es así. Aunque la investigación de la zoofilia se muestra optimista y apoya a los zoófilos en su mayor parte, la cultura general se muestra hostil al concepto de la sexualidad animal-humana.
La actividad o el deseo sexual zoófilo no es considerado como patología por el DSM-IV (TR) (cuarto manual diagnóstico y estadístico de la American Psychiatric Association, asociación estadounidense de psiquiatría), a no ser que vaya acompañado de angustia o que interfiera en el funcionamiento normal de la persona en cuestión. Críticos alegan que dichos comentarios en el DSM-IV no dicen nada sobre la salud mental y física del animal que tome parte en actos sexuales con personas; sin embargo, defensores de este tratado sostienen que la relación entre un humano y otro animal puede ir más allá del mero acto sexual, que los animales son capaces de formar una relación amorosa duradera con otro animal o con un humano, y que tal relación no es funcionalmente diferente de ninguna otra relación sexual o amorosa.
TerminologíaEl término "zoofilia" fue introducido por primera vez en el estudio de la sexualidad por Krafft-Ebing (1894). Los términos zoosexualidad y zoosexual se utilizan desde 1980 aproximadamente, en correlación con las orientaciones sexuales homosexualidad y heterosexualidad. Personas con una fuerte afinidad por los animales, pero sin un interés sexual por ellos, pueden ser consideradas como zoófilos sin deseo sexual, aunque en muchos casos puede que no estén de acuerdo en ser llamados así.
El ambiguo término sodomía ha sido empleado en algunas ocasiones en un contexto legal para referirse a actos bestialistas. En pornografía, aquel material con prácticas sexuales entre humanos y animales lleva el nombre de zoofilia o bestialismo, nombre extraído de dichas tendencias.
Entre la comunidad zoófila, el término "bestialismo" ha adquirido una connotación negativa, dando a entender un mero afán egoísta de satisfacer sus propios deseos sexuales, sin mostrar ningún interés o preocupación por el consentimiento, bienestar y placer del animal. Esto ha llevado a algunos zoófilos a querer distinguir entre la zoofilia (una relación en donde existe amor) y el simple acto sexual o bestialismo. Otros se definen a sí mismos como zoófilos y como bestialistas.
Relaciones personales de tres peresonas
Relaciones personales de tres peresonas Trío o Ménage à trois
Un ménage à trois (de origen francés, pronunciado menaʒ ɑ'tʀwa) es un término que describe un acuerdo doméstico en el que tres personas que mantienen relaciones sexuales habitan el mismo hogar.
La frase se traduce literalmente como «hogar de tres».
La expresión ménage à trois adquiere diversos significados dependiendo del contexto. Normalmente se le puede considerar como un triángulo doméstico o como un triángulo matrimonial.[3] También es posible verlo como una situación o arreglo en el que una pareja casada (o dos amantes) y una tercera persona que es amante de un miembro de la pareja, viven juntos.[3] Puede ser igualmente una forma de cohabitación poliamorosa en la que cada uno de los miembros está románticamente involucrado con los otros dos.[2]
Actualmente, pero en un sentido más coloquial, el término designa con frecuencia a un trío sexual cuyos miembros pueden convivir o no hacerlo. Sin embargo, su significado se ha extendido tanto que incluso puede ser entendido como cualquier relación de convivencia entre tres personas, ya sea que el sexo esté involucrado o que no lo esté.
Un ménage à trois (de origen francés, pronunciado menaʒ ɑ'tʀwa) es un término que describe un acuerdo doméstico en el que tres personas que mantienen relaciones sexuales habitan el mismo hogar.
La frase se traduce literalmente como «hogar de tres».
La expresión ménage à trois adquiere diversos significados dependiendo del contexto. Normalmente se le puede considerar como un triángulo doméstico o como un triángulo matrimonial.[3] También es posible verlo como una situación o arreglo en el que una pareja casada (o dos amantes) y una tercera persona que es amante de un miembro de la pareja, viven juntos.[3] Puede ser igualmente una forma de cohabitación poliamorosa en la que cada uno de los miembros está románticamente involucrado con los otros dos.[2]
Actualmente, pero en un sentido más coloquial, el término designa con frecuencia a un trío sexual cuyos miembros pueden convivir o no hacerlo. Sin embargo, su significado se ha extendido tanto que incluso puede ser entendido como cualquier relación de convivencia entre tres personas, ya sea que el sexo esté involucrado o que no lo esté.
La Heterosexualidad
Que es La Heterosexualidad
La heterosexualidad es una orientación sexual que se caracteriza por la atracción sexual o el deseo amoroso o sexual hacia personas de distinto sexo, en contraste con la homosexualidad y que suele distinguirse de la bisexualidad.
Además de referirse a una orientación sexual, el término heterosexualidad también se refiere al comportamiento sexual entre individuos de distinto sexo. Muchas especies animales (aquellas que tienen sexo y fertilización interna), entre las que se encuentra la especie humana, se reproducen mediante relaciones heterosexuales, a diferencia de aquellas en las que todos los individuos poseen ambos sexos, que son hermafroditas.
Cuando la heterosexualidad define un sistema social se estudia bajo el nombre de heteronormatividad.
La heterosexualidad es una orientación sexual que se caracteriza por la atracción sexual o el deseo amoroso o sexual hacia personas de distinto sexo, en contraste con la homosexualidad y que suele distinguirse de la bisexualidad.
Además de referirse a una orientación sexual, el término heterosexualidad también se refiere al comportamiento sexual entre individuos de distinto sexo. Muchas especies animales (aquellas que tienen sexo y fertilización interna), entre las que se encuentra la especie humana, se reproducen mediante relaciones heterosexuales, a diferencia de aquellas en las que todos los individuos poseen ambos sexos, que son hermafroditas.
Cuando la heterosexualidad define un sistema social se estudia bajo el nombre de heteronormatividad.
La bisexualidad
Que es la Bisexualidad
La bisexualidad es un comportamiento y orientación sexual que involucra atracción física y/o romántica hacia personas de ambos sexos. El término tiene el mismo origen que los que se refieren a las otras orientaciones sexuales, homosexualidad y heterosexualidad.
Dentro de la tradición occidental, se suele dar carta de naturaleza a la bisexualidad desde la antigua Grecia pues, según las fuentes existentes, este tipo de relaciones eran practicadas incluso por los mismos reyes o gobernadores de Grecia (uno de ellos fue Alejandro Magno).
Aunque se ha observado en gran variedad de formas en todas las sociedades humanas de las que quede registro escrito, la bisexualidad sólo ha sido objeto de estudio serio desde la segunda mitad del siglo XX y aún hay desacuerdos sobre su prevalencia y naturaleza.
Descripción teórica
Los intentos de descripción teórica de la conducta bisexual aparecen marcados, dentro de la tradición sexológica occidental, por su carácter de territorio ambiguo, en el que la tensión entre homosexualidad y heterosexualidad queda anulada. En un intento de desambiguación, se ha considerado que existen varios niveles de análisis de los que derivan las diferentes formas de conceptualizar la bisexualidad:
1.Bisexualidad biológica
2.Bisexualidad psicológica
3.Bisexualidad conductual
4.Bisexualidad cultural
5.Bisexualidad histórica vs contemporánea
Esta gradación de niveles corresponde, además, a una cronología en los estudios sobre la bisexualidad. Las teorías pertenecientes a los dos primeros niveles, el biológico y psicológico, encuadran su desarrollo durante el siglo XIX, mientras que las de los dos siguientes, conductual y cultural, aparecen durante el siglo XX.
Bisexualidad biológica: En las teorías del primer nivel, la bisexualidad aparece fuertemente ligada con la sexología médica y con el pensamiento de Lamarck y Darwin. La finalidad de estas teorías, que operan desde el seno del evolucionismo, es describir la función que la bisexualidad pudiera tener en la perpetuación de la especie humana.
Bisexualidad psicológica: En las teorías del nivel psicológico, la bisexualidad ha sido objeto de diversa consideración.
En la obra de Freud, la bisexualidad (como ocurriera con la homosexualidad), a menudo significaba la fijación de un desarrollo psicológico estancado.
El trabajo del psicoanalista Heinz Kohut, en cambio, define la bisexualidad como un intento de regulación de la autoestima del individuo para alcanzar satisfacción teniendo relaciones íntimas con un sexo o dos. La necesidad de alcanzar satisfacción sexual con ambos sexos debe distinguirse, en este paradigma, de algunas formas "patológicas" de bisexualidad observadas en el historial clínico de pacientes con personalidad de límites difusos o débiles y autorrepresentaciones fluidas.
Bisexualidad conductual: En las teorías del nivel conductual, se centra la atención en el estudio de las biografías de individuos que presentan conductas bisexuales. Para estas teorías, dado que la conducta sexual normalmente no suele darse con los dos sexos al mismo tiempo, el mismo individuo suele relacionarse exclusivamente con un sexo u otro durante una fase significativa del desarrollo vital.
Los estudios de este nivel focalizan el interés en las razones por las que se producen estos saltos y en su significado. Así, la bisexualidad se concibe como un resultado situacional o vital de la biografía de los individuos.
Esta dimensión cualitativa en el estudio de la conducta bisexual es eludida por otros estudios cuantitativos del comportamiento sexual humano, como los de Kinsey, que se limitan al recuento estadístico de experiencias o deseos homosexuales y/o heterosexuales en los individuos.
Bisexualidad cultural Como hemos visto, las teorías de corte psicológico y conductual centraban su atención en el significado de la bisexualidad para los individuos; las teorías biologicistas, en la funcionalidad universal de la bisexualidad para la especie.
Las teorías del cuarto y más reciente nivel, el cultural, consideran que la dimensión fundamental para conceptualizar el comportamiento sexual se halla en el seno de las distintas culturas. Así, se presta atención a las ideas culturales referidas a las relaciones sexuales o a las ideologías dominantes en una cultura respecto de lo que se considera adecuado, saludable, moralmente aceptable o reprobable en el seno de una sociedad concreta en un momento determinado de su historia.
Enmarcadas en el seno del constructivismo social, las teorías culturales niegan la validez científica de categorías universales como la normalidad, la naturalidad o salubridad de unas u otras conductas sexuales. Estas teorías son ajenas a consideraciones biologicistas de la sexualidad, pues consideran que son las culturas, y no la biología, las que determinan históricamente la objetivización conceptual y el significado de los comportamientos, roles e identidades sexuales.
Por ello, las teorías culturales niegan que exista una única conceptualización de la bisexualidad, sino que esta presenta distintos estatus y naturalezas dependiendo del entorno cultural que se estudie.
Desde esta perspectiva, se dan culturas, como la huaorani,[2] en la que no sólo no existen la homosexualidad, heterosexualidad o bisexualidad como conceptos objetivos o identidades sexuales más o menos definidas, sino que el propio concepto de sexualidad aparece difuminado o es inexistente. Sin embargo, entre los huaoraníes se observan prácticas que, desde otras culturas, se entenderían como sexuales, y se caracterizarían como hetero u homosexuales.
Por todo ello, la determinación del significado de la bisexualidad depende de la realización de estudios transculturales que, evitando el etnocentrismo, den una visión más amplia y veraz del asunto.
1 Testimonios tarot
La bisexualidad es un comportamiento y orientación sexual que involucra atracción física y/o romántica hacia personas de ambos sexos. El término tiene el mismo origen que los que se refieren a las otras orientaciones sexuales, homosexualidad y heterosexualidad.
Dentro de la tradición occidental, se suele dar carta de naturaleza a la bisexualidad desde la antigua Grecia pues, según las fuentes existentes, este tipo de relaciones eran practicadas incluso por los mismos reyes o gobernadores de Grecia (uno de ellos fue Alejandro Magno).
Aunque se ha observado en gran variedad de formas en todas las sociedades humanas de las que quede registro escrito, la bisexualidad sólo ha sido objeto de estudio serio desde la segunda mitad del siglo XX y aún hay desacuerdos sobre su prevalencia y naturaleza.
Descripción teórica
Los intentos de descripción teórica de la conducta bisexual aparecen marcados, dentro de la tradición sexológica occidental, por su carácter de territorio ambiguo, en el que la tensión entre homosexualidad y heterosexualidad queda anulada. En un intento de desambiguación, se ha considerado que existen varios niveles de análisis de los que derivan las diferentes formas de conceptualizar la bisexualidad:
1.Bisexualidad biológica
2.Bisexualidad psicológica
3.Bisexualidad conductual
4.Bisexualidad cultural
5.Bisexualidad histórica vs contemporánea
Esta gradación de niveles corresponde, además, a una cronología en los estudios sobre la bisexualidad. Las teorías pertenecientes a los dos primeros niveles, el biológico y psicológico, encuadran su desarrollo durante el siglo XIX, mientras que las de los dos siguientes, conductual y cultural, aparecen durante el siglo XX.
Bisexualidad biológica: En las teorías del primer nivel, la bisexualidad aparece fuertemente ligada con la sexología médica y con el pensamiento de Lamarck y Darwin. La finalidad de estas teorías, que operan desde el seno del evolucionismo, es describir la función que la bisexualidad pudiera tener en la perpetuación de la especie humana.
Bisexualidad psicológica: En las teorías del nivel psicológico, la bisexualidad ha sido objeto de diversa consideración.
En la obra de Freud, la bisexualidad (como ocurriera con la homosexualidad), a menudo significaba la fijación de un desarrollo psicológico estancado.
El trabajo del psicoanalista Heinz Kohut, en cambio, define la bisexualidad como un intento de regulación de la autoestima del individuo para alcanzar satisfacción teniendo relaciones íntimas con un sexo o dos. La necesidad de alcanzar satisfacción sexual con ambos sexos debe distinguirse, en este paradigma, de algunas formas "patológicas" de bisexualidad observadas en el historial clínico de pacientes con personalidad de límites difusos o débiles y autorrepresentaciones fluidas.
Bisexualidad conductual: En las teorías del nivel conductual, se centra la atención en el estudio de las biografías de individuos que presentan conductas bisexuales. Para estas teorías, dado que la conducta sexual normalmente no suele darse con los dos sexos al mismo tiempo, el mismo individuo suele relacionarse exclusivamente con un sexo u otro durante una fase significativa del desarrollo vital.
Los estudios de este nivel focalizan el interés en las razones por las que se producen estos saltos y en su significado. Así, la bisexualidad se concibe como un resultado situacional o vital de la biografía de los individuos.
Esta dimensión cualitativa en el estudio de la conducta bisexual es eludida por otros estudios cuantitativos del comportamiento sexual humano, como los de Kinsey, que se limitan al recuento estadístico de experiencias o deseos homosexuales y/o heterosexuales en los individuos.
Bisexualidad cultural Como hemos visto, las teorías de corte psicológico y conductual centraban su atención en el significado de la bisexualidad para los individuos; las teorías biologicistas, en la funcionalidad universal de la bisexualidad para la especie.
Las teorías del cuarto y más reciente nivel, el cultural, consideran que la dimensión fundamental para conceptualizar el comportamiento sexual se halla en el seno de las distintas culturas. Así, se presta atención a las ideas culturales referidas a las relaciones sexuales o a las ideologías dominantes en una cultura respecto de lo que se considera adecuado, saludable, moralmente aceptable o reprobable en el seno de una sociedad concreta en un momento determinado de su historia.
Enmarcadas en el seno del constructivismo social, las teorías culturales niegan la validez científica de categorías universales como la normalidad, la naturalidad o salubridad de unas u otras conductas sexuales. Estas teorías son ajenas a consideraciones biologicistas de la sexualidad, pues consideran que son las culturas, y no la biología, las que determinan históricamente la objetivización conceptual y el significado de los comportamientos, roles e identidades sexuales.
Por ello, las teorías culturales niegan que exista una única conceptualización de la bisexualidad, sino que esta presenta distintos estatus y naturalezas dependiendo del entorno cultural que se estudie.
Desde esta perspectiva, se dan culturas, como la huaorani,[2] en la que no sólo no existen la homosexualidad, heterosexualidad o bisexualidad como conceptos objetivos o identidades sexuales más o menos definidas, sino que el propio concepto de sexualidad aparece difuminado o es inexistente. Sin embargo, entre los huaoraníes se observan prácticas que, desde otras culturas, se entenderían como sexuales, y se caracterizarían como hetero u homosexuales.
Por todo ello, la determinación del significado de la bisexualidad depende de la realización de estudios transculturales que, evitando el etnocentrismo, den una visión más amplia y veraz del asunto.
La Homosexualidad
Que es la relacion homosexual
La homosexualidad (del griego ὁμο, homo «igual», y del latín sexus «sexo») es una orientación sexual y se define como la interacción o atracción sexual, afectiva, emocional y sentimental hacia individuos del mismo sexo.[1] Etimológicamente, la palabra homosexual es un híbrido del griego homós (que en realidad significa «igual» y no, como podría creerse, derivado del sustantivo latino homo, «hombre») y del adjetivo latino sexualis, lo que sugiere una relación sentimental y sexual entre personas del mismo sexo, incluido el lesbianismo.[2]
A pesar de que el término gay (que en inglés anticuado significa «alegre») suele emplearse para referirse a los hombres homosexuales y el término lesbiana para referirse a las mujeres homosexuales, gay es un adjetivo o sustantivo que identifica a las personas homosexuales sin importar su género. Desde 1973, la comunidad científica internacional considera que la homosexualidad no es una enfermedad. Sin embargo, la situación legal y social de la gente que se autodenomina homosexual varía mucho de un país a otro y frecuentemente es objeto de polémicas.
El término homosexual fue empleado por primera vez en 1869 por Karl-Maria Kertbeny,[3] [4] pero fue el libro Psychopathia Sexualis de Richard Freiherr von Krafft-Ebing el que popularizó el concepto en 1886.[4] Desde entonces, la homosexualidad se ha convertido en objeto de intenso debate y estudio: inicialmente se catalogó como una enfermedad, patología o trastorno que había que curar, pero actualmente se entiende como parte integral necesaria para comprender la biología, genética, historia, política, psicología y variaciones culturales de las identidades y prácticas sexuales de los seres humanos.
La homosexualidad (del griego ὁμο, homo «igual», y del latín sexus «sexo») es una orientación sexual y se define como la interacción o atracción sexual, afectiva, emocional y sentimental hacia individuos del mismo sexo.[1] Etimológicamente, la palabra homosexual es un híbrido del griego homós (que en realidad significa «igual» y no, como podría creerse, derivado del sustantivo latino homo, «hombre») y del adjetivo latino sexualis, lo que sugiere una relación sentimental y sexual entre personas del mismo sexo, incluido el lesbianismo.[2]
A pesar de que el término gay (que en inglés anticuado significa «alegre») suele emplearse para referirse a los hombres homosexuales y el término lesbiana para referirse a las mujeres homosexuales, gay es un adjetivo o sustantivo que identifica a las personas homosexuales sin importar su género. Desde 1973, la comunidad científica internacional considera que la homosexualidad no es una enfermedad. Sin embargo, la situación legal y social de la gente que se autodenomina homosexual varía mucho de un país a otro y frecuentemente es objeto de polémicas.
El término homosexual fue empleado por primera vez en 1869 por Karl-Maria Kertbeny,[3] [4] pero fue el libro Psychopathia Sexualis de Richard Freiherr von Krafft-Ebing el que popularizó el concepto en 1886.[4] Desde entonces, la homosexualidad se ha convertido en objeto de intenso debate y estudio: inicialmente se catalogó como una enfermedad, patología o trastorno que había que curar, pero actualmente se entiende como parte integral necesaria para comprender la biología, genética, historia, política, psicología y variaciones culturales de las identidades y prácticas sexuales de los seres humanos.
Tipos de relaciones sexuales
Tipos de relaciones sexuales
Relación homosexual: la relación homosexual es la relación sexual que se realiza entre dos individuos del mismo sexo, gays o lesbianas.
Relación bisexual: la relación bisexual se refiere a indibiduos que mantienen relaciones sexuales con ambos sexo hombres y mujeres
Relación heterosexual: la relación heterosexual es la relación sexual que se lleva a cabo entre dos individuos de distinto sexo.
Trío o Ménage à trois: la relación entre tres personas del mismo o distinto sexo.
Intercambio de parejas: el intercambio de parejas (en inglés swinger, "hamacarse") implica que dos parejas establecidas se intercambian y tienen relaciones sexuales al mismo tiempo pero en lugares diferentes (que pueden ser dos habitaciones o dos camas contiguas). No es lo mismo que sexo en grupo.
Relación zoofílica: es la relación sexual oral, vaginal o anal entre un sujeto humano y otro de otra especie. Hombre-oveja; hombre-gallina; hombre-yegua; hombre-mono; mujer-perro; mujer-caballo; etc.
Sexo en grupo: el sexo grupal también es conocido como orgía: varios individuos del mismo o distinto sexo tienen relaciones sexuales (sexo oral, coito vaginal o coito anal) al mismo tiempo y en el mismo lugar.
Relación sexual sin coito: conocida como Petting implica todo el juego erótico y sensual con la exclusión del coito, vaginal o anal. Consiste principalmente en caricias, no sólo en genitales; y besos.
Necrofilia: tipo de relación sexual perversa entre un individuo con un ser humano sin vida.
Relación homosexual: la relación homosexual es la relación sexual que se realiza entre dos individuos del mismo sexo, gays o lesbianas.
Relación bisexual: la relación bisexual se refiere a indibiduos que mantienen relaciones sexuales con ambos sexo hombres y mujeres
Relación heterosexual: la relación heterosexual es la relación sexual que se lleva a cabo entre dos individuos de distinto sexo.
Trío o Ménage à trois: la relación entre tres personas del mismo o distinto sexo.
Intercambio de parejas: el intercambio de parejas (en inglés swinger, "hamacarse") implica que dos parejas establecidas se intercambian y tienen relaciones sexuales al mismo tiempo pero en lugares diferentes (que pueden ser dos habitaciones o dos camas contiguas). No es lo mismo que sexo en grupo.
Relación zoofílica: es la relación sexual oral, vaginal o anal entre un sujeto humano y otro de otra especie. Hombre-oveja; hombre-gallina; hombre-yegua; hombre-mono; mujer-perro; mujer-caballo; etc.
Sexo en grupo: el sexo grupal también es conocido como orgía: varios individuos del mismo o distinto sexo tienen relaciones sexuales (sexo oral, coito vaginal o coito anal) al mismo tiempo y en el mismo lugar.
Relación sexual sin coito: conocida como Petting implica todo el juego erótico y sensual con la exclusión del coito, vaginal o anal. Consiste principalmente en caricias, no sólo en genitales; y besos.
Necrofilia: tipo de relación sexual perversa entre un individuo con un ser humano sin vida.
Pederastia: la pederastia es la relación sexual de un individuo adulto con uno o varios niños o niñas.
¿Qué es la sexualidad?
¿Qué es la sexualidad?
desde que nacemos hasta que morimos tenemos sexualidad nada mejor que te explique este video;
desde que nacemos hasta que morimos tenemos sexualidad nada mejor que te explique este video;
Los Problemas Sexuales
Los Problemas Sexuales
Es importante conocer las causas de los problemas sexuales porque así podemos entender la elevada frecuencia de estos trastornos en nuestra sociedad.
En términos generales podemos agrupar algunos factores que propician y predisponen al paciente a sufrir una disfunción sexual.
Problemas de pareja: En nuestra cultura, la sexualidad está íntimamente ligada al aspecto emocional, de manera que en las parejas habituadas al conflicto, donde aflora la hostilidad y la violencia, es común que uno de los dos o ambos experimenten problemas sexuales.
Problemas ambientales: Las casas suelen ser diseñadas sin tener presente el aspecto sexual. Con frecuencia, los cuartos maritales tienen paredes delgadas o incompletas de manera que se escucha en toda la casa lo que acontece en el cuarto marital y eso tiende a inhibir la respuesta sexual, más aún cuando en la misma casa viven otros adultos como hermanos, padres o la empleada doméstica.
Problemas hormonales: Algunos estudios indican que el 50% de los problemas sexuales son producto de alteraciones hormonales, que pueden ser resueltos fácilmente con tratamientos específicos, tal es el caso de las enfermedades de la tiroides, de la hipófisis, la diabetes entre otros.
Problemas de formación: Algunas personas fueron educadas con esquemas y valores que califican a la sexualidad como degradante, enfermiza y perversa. Desde pequeñas fueron aleccionadas en comprender la esfera erótica de manera negativa, al extremo que luego en su etapa adulta no pueden deshacerse de esos conceptos y se ven imposibilitadas a disfrutar de los placeres del sexo.
Alteración sexual en la pareja: Es sumamente frecuente que si uno de los dos padece una alteración sexual, al cabo de un tiempo, el otro miembro de la pareja, experimente problemas sexuales. Tal es el caso de la eyaculación precoz, la cual propicia que la mujer no encuentre deleite sexual; o la mujer que sufre de una ausencia de deseo sexual afecte el apetito sexual del varón y hasta la calidad de sus erecciones.
Problemas de técnica: Hay parejas que son poco diestras en esta materia y fallan en los detalles que son indispensables para el buen deleite, sirva de ejemplo las parejas que tienen relaciones sexuales después de todas las faenas del día, cuando el sexo tiene que competir o lidiar con el cansancio o el sueño. Ejemplifica también el caso de las parejas que ni siquiera apagan el televisor, y en medio acto sexual están pendientes de la programación.
Drogadicción: Quizás uno de los problemas más subestimados sea la adicción a las diversas drogas. Son muchos los hogares que sucumben ante estos tóxicos y desde luego que la sexualidad se ve altamente perjudicial en tal situación. El alcoholismo disminuye de manera categórica el rendimiento sexual, además de que rara vez a las personas les gusta tener una relación sexual con un alcohólico. Las drogas mayores como la marihuana, la cocaína o el crack, alejan tanto de la realidad al individuo que en general se describe que su rendimiento sexual suele ser paupérrimo.
Medicamentos: Las personas casi nunca recuerdan el nombre de los medicamentos que toman, aún cuando los hayan tomado por años, y menos aún que conozcan los efectos secundarios. Son muchos los medicamentos que pueden provocar problemas sexuales, como alteraciones en la erección, disminución en el apetito sexual, problemas eyaculatorios entre otros. Más grave es la situación usual en la que el paciente teniendo el problema sexual desde que toma el medicamento, no lo menciona en las consultas de control y a veces hasta lo niega cuando el médico se lo pregunta directamente.
Abusos sexuales en la infancia: Por mucho tiempo se creyó que casi todas las personas que sufrían un problema sexual sufrieron una violación en la infancia. Hoy sabemos que no, que la mayoría de los problemas sexuales responden a las otras causas que hemos mencionado y que afortunadamente los abusos sexuales no suelen ser la causa de los problemas sexuales del adulto.
Problemas psicológicos: El ritmo de vida, y el grado de tensión que implica el convivio diario ha condicionado una frecuencia cada vez mayor de problemas psicológicos, como cuadros depresivos, cuadros de ansiedad, angustia, problemas de personalidad, reacciones de ajuste, neurosis, las cuales buena parte de las veces se acompañan de importantes alteraciones en la esfera sexual, de ahí la importancia que el manejo integral de estas enfermedades se vele por el desempeño sexual.
Es importante conocer las causas de los problemas sexuales porque así podemos entender la elevada frecuencia de estos trastornos en nuestra sociedad.
En términos generales podemos agrupar algunos factores que propician y predisponen al paciente a sufrir una disfunción sexual.
Problemas de pareja: En nuestra cultura, la sexualidad está íntimamente ligada al aspecto emocional, de manera que en las parejas habituadas al conflicto, donde aflora la hostilidad y la violencia, es común que uno de los dos o ambos experimenten problemas sexuales.
Problemas ambientales: Las casas suelen ser diseñadas sin tener presente el aspecto sexual. Con frecuencia, los cuartos maritales tienen paredes delgadas o incompletas de manera que se escucha en toda la casa lo que acontece en el cuarto marital y eso tiende a inhibir la respuesta sexual, más aún cuando en la misma casa viven otros adultos como hermanos, padres o la empleada doméstica.
Problemas hormonales: Algunos estudios indican que el 50% de los problemas sexuales son producto de alteraciones hormonales, que pueden ser resueltos fácilmente con tratamientos específicos, tal es el caso de las enfermedades de la tiroides, de la hipófisis, la diabetes entre otros.
Problemas de formación: Algunas personas fueron educadas con esquemas y valores que califican a la sexualidad como degradante, enfermiza y perversa. Desde pequeñas fueron aleccionadas en comprender la esfera erótica de manera negativa, al extremo que luego en su etapa adulta no pueden deshacerse de esos conceptos y se ven imposibilitadas a disfrutar de los placeres del sexo.
Alteración sexual en la pareja: Es sumamente frecuente que si uno de los dos padece una alteración sexual, al cabo de un tiempo, el otro miembro de la pareja, experimente problemas sexuales. Tal es el caso de la eyaculación precoz, la cual propicia que la mujer no encuentre deleite sexual; o la mujer que sufre de una ausencia de deseo sexual afecte el apetito sexual del varón y hasta la calidad de sus erecciones.
Problemas de técnica: Hay parejas que son poco diestras en esta materia y fallan en los detalles que son indispensables para el buen deleite, sirva de ejemplo las parejas que tienen relaciones sexuales después de todas las faenas del día, cuando el sexo tiene que competir o lidiar con el cansancio o el sueño. Ejemplifica también el caso de las parejas que ni siquiera apagan el televisor, y en medio acto sexual están pendientes de la programación.
Drogadicción: Quizás uno de los problemas más subestimados sea la adicción a las diversas drogas. Son muchos los hogares que sucumben ante estos tóxicos y desde luego que la sexualidad se ve altamente perjudicial en tal situación. El alcoholismo disminuye de manera categórica el rendimiento sexual, además de que rara vez a las personas les gusta tener una relación sexual con un alcohólico. Las drogas mayores como la marihuana, la cocaína o el crack, alejan tanto de la realidad al individuo que en general se describe que su rendimiento sexual suele ser paupérrimo.
Medicamentos: Las personas casi nunca recuerdan el nombre de los medicamentos que toman, aún cuando los hayan tomado por años, y menos aún que conozcan los efectos secundarios. Son muchos los medicamentos que pueden provocar problemas sexuales, como alteraciones en la erección, disminución en el apetito sexual, problemas eyaculatorios entre otros. Más grave es la situación usual en la que el paciente teniendo el problema sexual desde que toma el medicamento, no lo menciona en las consultas de control y a veces hasta lo niega cuando el médico se lo pregunta directamente.
Abusos sexuales en la infancia: Por mucho tiempo se creyó que casi todas las personas que sufrían un problema sexual sufrieron una violación en la infancia. Hoy sabemos que no, que la mayoría de los problemas sexuales responden a las otras causas que hemos mencionado y que afortunadamente los abusos sexuales no suelen ser la causa de los problemas sexuales del adulto.
Problemas psicológicos: El ritmo de vida, y el grado de tensión que implica el convivio diario ha condicionado una frecuencia cada vez mayor de problemas psicológicos, como cuadros depresivos, cuadros de ansiedad, angustia, problemas de personalidad, reacciones de ajuste, neurosis, las cuales buena parte de las veces se acompañan de importantes alteraciones en la esfera sexual, de ahí la importancia que el manejo integral de estas enfermedades se vele por el desempeño sexual.
La Sexualidad
Segun Wikipedia
La sexualidad es el conjunto de condiciones anatómicas, fisiológicas y psicológico-afectivas que caracterizan cada sexo. También es el conjunto de fenómenos emocionales, de conducta y de prácticas asociados a la búsqueda del placer sexual, que marcaran de manera decisiva al ser humano en todas y cada una de las fases determinantes de su desarrollo en la vida.
Durante siglos se consideró que la sexualidad en los animales y en los hombres era básicamente de tipo instintivo. En esta creencia se basaron las teorías para fijar las formas no naturales de la sexualidad,[cita requerida] entre las que se incluían todas aquellas prácticas no dirigidas a la procreación.[cita requerida]
Sin embargo, hoy se sabe que también algunos mamíferos muy desarrollados, como los delfines o algunos pingüinos, presentan un comportamiento sexual diferenciado, que incluye, además de homosexualidad (observada en más de 1500 especies de animales), variantes de la masturbación y de la violación. La psicología moderna deduce, por tanto, que la sexualidad puede o debe ser aprendida.
Nota:La sexualidad nace con el ser humano y le acompaña durante toda su vida. Empieza con el comportamiento natural e instintivo del ser humano.
Durante siglos se consideró que la sexualidad en los animales y en los hombres era básicamente de tipo instintivo. En esta creencia se basaron las teorías para fijar las formas no naturales de la sexualidad,[cita requerida] entre las que se incluían todas aquellas prácticas no dirigidas a la procreación.[cita requerida]
Sin embargo, hoy se sabe que también algunos mamíferos muy desarrollados, como los delfines o algunos pingüinos, presentan un comportamiento sexual diferenciado, que incluye, además de homosexualidad (observada en más de 1500 especies de animales), variantes de la masturbación y de la violación. La psicología moderna deduce, por tanto, que la sexualidad puede o debe ser aprendida.
Nota:La sexualidad nace con el ser humano y le acompaña durante toda su vida. Empieza con el comportamiento natural e instintivo del ser humano.
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